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¿Cómo crear un salón estilo setentero?
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El estilo de los setenta, con sus formas suaves, sus colores vibrantes y su espíritu libre, ha vuelto con fuerza en las tendencias de decoración interior. Crear una sala de estar inspirada en esta época permite combinar nostalgia y modernidad, para un espacio cálido y acogedor. En este artículo, exploraremos cómo recrear este estilo emblemático mientras se integran elementos contemporáneos. Cada detalle cuenta para lograr el equilibrio perfecto entre el pasado y el presente.

Apostar por formas orgánicas y redondeadas

El diseño de los años 70 se caracteriza por la abundancia de formas orgánicas y redondeadas. Fuera las líneas estrictas y los ángulos rectos: la idea es privilegiar curvas suaves que invitan al confort y a la relajación. Los muebles de esta época, en particular los sofás, sillones y mesas de café, están diseñados para ser estéticamente agradables y ergonómicos. Lejos de pasar de moda, esta tendencia sigue seduciendo por su capacidad de suavizar la atmósfera de una habitación. Imagine un sofá con líneas generosas que parece envolverle cuando se sienta, complementado por un pouf a juego que ofrece un extra de confort. Estas piezas clave, a menudo cubiertas de tejidos texturizados como el terciopelo o el bouclé, son perfectas para dar una sensación de acogimiento manteniendo un toque de elegancia. Consejo de decoración: Para una sala de estar perfectamente contemporánea, elija un sofá con curvas retro y añada accesorios que recuerden esta época, como cojines con patrones geométricos.


Materiales naturales para un ambiente cálido

Los años 70 son sinónimo de regreso a las raíces, con una fuerte valorización de los materiales en bruto y naturales. La madera, el ratán, el bambú y el lino eran muy valorados por su capacidad de hacer una habitación más cálida y auténtica. Hoy en día, puede recrear esta atmósfera apostando por materias naturales y evitando el uso de productos de origen animal como el cuero, optando en su lugar por alternativas sostenibles y elegantes como el terciopelo o el lino. Las mesas de café de madera maciza, los aparadores de ratán trenzado o las alfombras de pelo largo son elementos imprescindibles para insuflar ese espíritu setentero a su sala de estar. Estos materiales aportan una sensación de confort y atemporalidad, además de ser resistentes y fáciles de integrar en cualquier estilo. También considere elementos más inesperados, como lámparas de mimbre o jarrones de cerámica cruda, para añadir carácter a su decoración. Este es el momento ideal para optar por reediciones contemporáneas inspiradas en esta época.

Atreverse con colores vibrantes

Los colores ocupan un lugar central en la decoración de los años 70. Mostaza, naranja quemado, verde oliva o azul pato, estos tonos audaces estaban en todas partes, ya fuera en las paredes, los muebles o los textiles. Atreverse con estos colores en su sala de estar permite aportar calidez y dinamismo, elementos esenciales para un interior setentero. No es necesario repintar todo para adoptar estos colores. Un enfoque sutil puede ser igualmente efectivo. Por ejemplo, una pared de acento en verde oliva o en amarillo mostaza puede dar un toque vintage sin dejar de ser moderna. Si prefiere una decoración más discreta, integre estos colores a través de accesorios: cojines, mantas, cortinas o jarrones coloridos. También considere muebles de terciopelo colorido o alfombras con patrones vibrantes para reforzar esta atmósfera setentera. Lo esencial es atreverse, equilibrando los tonos fuertes con matices más suaves.

Integrar patrones geométricos y psicodélicos

En los años 70, los patrones geométricos, florales o psicodélicos eran omnipresentes. Papeles pintados extravagantes, tejidos con patrones o alfombras impresas, estos elementos aportaban carácter a cada habitación. Para recrear este espíritu en su sala de estar, la integración de patrones es esencial, pero debe hacerse con sutileza para evitar sobrecargar el espacio. Una pared cubierta con papel pintado de patrones geométricos o psicodélicos puede convertirse en la pieza central de su sala de estar. Opte por patrones retro como espirales, formas en zigzag o círculos entrelazados. Estos elementos dan una sensación de energía y movimiento, recordando el espíritu libre y creativo de los años 70. No olvide equilibrar los patrones con muebles y accesorios más neutros. Por ejemplo, un sofá con formas limpias y colores suaves puede contrarrestar perfectamente una pared con patrones audaces.

Elegir accesorios vintage

Para finalizar la atmósfera setentera de su sala de estar, es crucial cuidar los detalles con accesorios bien elegidos. Los años 70 vieron emerger un estilo de accesorio único, donde cada elemento decorativo parecía tener una personalidad propia. Jarrones de cerámica, esculturas con formas orgánicas, relojes de pared o espejos de ratán son algunas de las piezas que pueden complementar el estilo retro de su sala de estar. La iluminación también juega un papel importante. Las lámparas de globo, las lámparas de pie de latón o las apliques de vidrio esmerilado eran imprescindibles en esta época. Estas piezas de iluminación no solo aportan luz, sino que también crean un ambiente acogedor e íntimo. Para reforzar el aspecto vintage de su sala de estar, no descuide la adición de objetos de arte o libros antiguos dispuestos en estanterías o mesas auxiliares. Estos toques personales añaden profundidad a la decoración y reflejan su gusto por las cosas bellas.

Añadir un toque contemporáneo

Aunque el objetivo sea recrear una atmósfera setentera, es importante no transformar su sala de estar en una reproducción exacta de los años 70. La integración de elementos contemporáneos permite mantener una estética moderna mientras se rinde homenaje a esta época. Para ello, se trata de encontrar un justo medio entre piezas retro y mobiliario contemporáneo. Un sofá de los setenta puede combinarse con una mesa de café de vidrio con un diseño limpio o estanterías minimalistas de metal negro. La mezcla de épocas permite crear un espacio único y personalizado que no parece ni demasiado anticuado ni demasiado futurista.

Encontrar el equilibrio entre nostalgia y modernidad

Crear una sala de estar con estilo setentero requiere una dosis sutil de nostalgia y modernidad. Apostando por formas redondeadas, materiales naturales, colores audaces y patrones retro, puede recrear la atmósfera cálida y acogedora de esta época. Sin embargo, añadir toques contemporáneos le permitirá modernizar el espacio y evitar un aspecto kitsch. Con algunas piezas bien elegidas y un equilibrio controlado de colores y texturas, obtendrá una sala de estar elegante, acogedora y decididamente actual.

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