Espejito, espejito...

El espejo ALFI es mucho más que un simple objeto de decoración. Se trata más bien de una verdadera pieza maestra que transformará cualquier espacio de la casa. Su diseño, que le confiere una gran versatilidad, le permite lucir tanto en la sala de estar, como en un dormitorio o en la entrada. En la sala de estar, aporta cierta profundidad, ampliando visualmente el espacio y reflejando la luz natural. En un dormitorio, combina lo útil con lo agradable: permite echar un vistazo general a tu atuendo, al mismo tiempo que aporta un toque de encanto al conjunto. Finalmente, en la entrada, te sirve para verificar que tu apariencia sea perfecta antes de salir y da una cálida bienvenida a cada uno de tus invitados.

El encanto de la madera

La singularidad del espejo ALFI emana de su marco de madera asimétrico, evocando una forma orgánica, con curvas suaves. Esta asimetría, cuidadosamente pensada, rompe con las convenciones de los espejos tradicionales al destacar líneas nítidas pero irregulares. Algo que aporta un toque de relieve y carácter a la habitación donde se instale. El tono de su marco, intemporal por excelencia, le permite integrarse entre una amplia variedad de estilos de decoración interior. Ya sea que tus espacios de vida sean contemporáneos, escandinavos, rústicos o bohemios, el espejo ALFI se fusionará con el conjunto mientras le aporta un toque de singularidad. Fácil de colocar y sin necesidad de fijación en la pared, es posible moverlo de una habitación a otra, según tus deseos y necesidades.