Espejo orgánico de los 70

El espejo ROMY está pensado para los amantes de las piezas de diseño puro. Su forma se basa en un modelo de curvas orgánicas, con un aspecto irresistiblemente suave y original para la decoración interior y su ambiente general. ROMY marcará fácilmente todo tipo de interiores con su singular impronta, muy propia del diseño retro de los 70, donde la expresividad cruzada con la practicidad se transmitía a través de nuestros objetos cotidianos. Otro de los puntos fuertes de este espejo es su función lúdica y práctica - el cristal del espejo permite, según su disposición, dar profundidad y perspectiva a la casa - este espejo de pared con su gran formato quedará bien tanto en el vestíbulo como en cualquiera de las habitaciones de la casa para, permitiendo resaltar sus imprevisibles formas y ondulando la pared.

Una madera con curvas naturales

Inspirado en el movimiento "intuitivo" -el reto de acercar a las personas a la naturaleza, es decir, crear una relación armoniosa entre las personas, la naturaleza y los objetos del hogar-, el espejo de mesa o de pared ROMY permite crear un sutil aspecto natural en tu hogar. Se apropia de los movimientos naturales irregulares de nuestro entorno, como las gotas o las olas, para componer una forma global atípica, lista para reflejar auténticamente su hogar. Este conjunto de suaves curvas se apoya en un sólido contorno de madera pintada, en beige nude o azul eléctrico, trabajado de forma respetuosa. Nuestras maderas tienen la certificación E1, lo que evita la emisión de formaldehído al aire. Tenga en cuenta que la instalación de ROMY es más que sencilla, puede colocarlo o fijarlo a la pared gracias a sus fijaciones traseras.