Si Polinesia fuera un espejo

Con su diseño curvo, que evoca las olas más famosas de la Polinesia, el espejo TEAHUPOO tiene un nombre particularmente acertado. Su marco de curvas fluidas evoca una estética orgánica relajante, tomando prestadas características de la naturaleza así como la suavidad que emana de ella. Combinación perfecta de elegancia y originalidad, el espejo TEAHUPOO atrae la atención siendo discreto. Por eso lo imaginamos tanto en un dormitorio como en un salón, en un baño como en un salón o en un recibidor.

Un espejo inspirado en la naturaleza

Fabricado en pino macizo y acabado en madera natural, el espejo TEAHUPOO es una pieza orgánica por excelencia. Como todas las piezas de este tipo, se adapta fácilmente a una (muy) amplia variedad de interiores. Instálalo en un dormitorio, encima de una cómoda de madera clara, para crear un ambiente suave y relajante. En un salón, puede convertirse en un punto focal, una vez instalado encima del sofá, una cómoda o un aparador. En un pasillo o entrada, amplía visualmente el espacio, dándole un toque de singularidad. Lo imaginamos asociado a plantas verdes así como materiales naturales como el lino o el ratán, para disponer en pequeños toques entre tus estancias.