Una alfombra con tonos y materiales naturales

Con su estética sobria y refinada, la alfombra KARAN recuerda los matices que encontramos en la naturaleza. Su gama de colores suaves, declinados en sutiles degradados, aporta una sensación de tranquilidad que se difundirá por todo el espacio. Disponible en dos variaciones de color, oscila entre tonos terrosos, arena o ligeramente ámbar, que crean un efecto visual relajante y cálido. Su tejido artesanal le confiere un encanto único, convirtiendo la alfombra KARAN en un elemento decorativo por derecho propio. Ya sea instalada en un salón, una sala de estar, un dormitorio o incluso una entrada, quedará bien en casa en una gran variedad de estilos de decoración, desde el minimalismo escandinavo al bohemio, pasando por el industrial, con el que contrastará elegantemente.

Entre robustez y comodidad

Fabricada artesanalmente con un 80% de junco marino y un 20% de algodón, la alfombra KARAN combina durabilidad, singularidad y suavidad. Las hierbas marinas, populares por su robustez y apariencia texturizada, le otorgan al conjunto una gran resistencia a las pruebas de la vida cotidiana. El algodón, por su parte, suaviza la textura y aporta un toque cálido a tus espacios de vida. Lo imaginamos espontáneamente asociado a muebles de madera cruda, lino o ratán, esos materiales naturales de los que nunca nos cansamos. En un dormitorio, a los pies de la cama, combinará estupendamente con ropa de cama elaborada con fibras naturales. En el salón o en una sala de estar, debajo de una mesa de comedor o de una mesa de café, aportará comodidad y calidez a cada uno de sus momentos de convivencia.